Relm es una artista autodidacta nacida en Nueva York y que vive en Canadá. Siendo su madre también artista, crece viéndola dibujar retratos, lo que la llevará a dibujar sin parar también, y con ese apoyo materno su pasión por el arte la convertirá finalmente en la artista que es. Su trabajo pictórico está repleto de colores, patrones y sobre todo la atención al detalle, inspirándose en su experiencia en el diseño de moda, las complejidades de la naturaleza y sus propias experiencias de la vida. Sus influencias son diversas y pueden pasar del arte neoclásico a las pinturas tradicionales chinas, siempre con un toque moderno que muestra la versatilidad de la artista.
Las pinturas de Relm nos pueden parecer en un principio un tanto abrumadoras. Su arte nos da una primera impresión que contrasta con la visión final que tenemos de él una vez analizado más a fondo. Los colores brillantes y los cuerpos desnudos de sus protagonistas femeninas, eclipsan en un primer momento la multitud de detalles que van apareciendo a medida que profundizamos en sus obras, y, aunque no sabemos si ella trabaja conscientemente estos detalles para contarnos una historia, si que sabemos que esa historia (o historias) existen y están ahí para que el espectador las monte en su propio imaginario.
Sin duda la figura femenina es la protagonista de todo su trabajo. El erotismo y la sensualidad están muy presentes y rozan muchas veces lo permitido por los adalides de la falsa moral que rige nuestra sociedad y las puritanas redes sociales que nos rodean. Relm excluye de su obra casi todo protagonismo masculino, incluso en el concepto, relegándolo a simple admirador de su arte o a solitario vouyeur contemplativo de un erotismo lesbico hermoso y sugerente. El erotismo de Relm es provocativo, natural y desenfadado, de colores brillantes y piel suave y con cierto aire macabro que contrasta con la candidez de sus protagonistas.
Aunque el erotismo tiene un papel visual destacado en sus pinturas, una vez más volvemos a a hacer hincapié en la multitud de detalles que pueblan sus obras. Fusionados con el entorno o en los propios personajes (en el pelo, la cara o el cuerpo), ese enjambre de detalles, sutiles en muchas ocasiones, hacen de su trabajo un ejercicio más complejo de imaginación y concepto a la vez que nos invita a una reflexión más profunda. De la misma forma, así como sus personajes resaltan por la belleza y la perfección de sus cuerpos, sus retratos muestran un aspecto más sombrío, acercándose a un concepto algo más grotesco pero con una inusual belleza que llama tu atención y te permite construir un relato más personal.
hermosos dibujos y muy bien pintados