Bart Ramakers es un fotógrafo nacido en 1963 a orillas del río Meuse, en Belgica, que hoy vive y trabaja en Amberes. Después de estudiar historia en la Université de Louvain, Bart Ramakers trabajó en comunicaciones y marketing, sin dedicarse a la fotografía hasta 2009. Las imágenes que crea hoy están inspiradas en la religión, la mitología clásica y el folklore, cuya moral no duda en cambiar. El estilo extravagante y provocativo de Bart Ramakers evoca el de los fotógrafos estadounidenses David LaChapelle y James Bidgood, conocidos por sus imágenes eróticas, surrealistas y de alto color.
El sentimiento de Ramakers por los pintores flamencos se remonta a su infancia, cuando experimentó con el dibujo, la pintura y el grabado, inspirado en su padre amante del arte. Al mismo tiempo, quedó fascinado por la ficción histórica, la música y la ópera barroca y romántica, que termina homenajeando e ignorando las lecciones morales que convierte alegremente para su propio uso. Ramakers apela a sus espectadores a un museo imaginario colectivo de pinturas del renacimiento, barroco, rococó y clasicismo.
«Estoy tratando de abolir la separación entre relación e imaginación, que eran introducidos en la cultura occidental por la Ilustración. Quiero entrelazar la realidad con mitos, fantasías, cuentos de hadas y otras fábulas. (…) Abrir a la mitología es mágico; haber perdido eso en nuestra cultura actual es empobrecimiento…» (Bart Ramakers)
En las fotografías de Bart Ramakers los papeles femeninos cobran un protagonismo esencial. Sus mujeres son poderosas y tienen sometidas a los hombres. Mujeres poderosas y astutas abandonan, como una especie de venganza, la dominación masculina. La religión también sufre esta desafección en la que el artista crea sus propios símbolos. En su “fotografía escenificada”, Ramakers reconoce la influencia de artistas como Joel-Peter Witkin, Jan Saudek o el estadounidense de ascendencia danesa William Mortensen.
Además de todo el simbolismo y referencias literarias y culturales, la fotografía de Bart Ramakers destaca por la composición y el atrezzo que desbordan cada una de sus imágenes. Todo está perfectamente estudiado a pesar de esa sensación de caos que contienen muchas de sus imágenes. Vestuario, estilismo, maquillajes, ornamentaciones, localizaciones muy bien creadas… nada parece estar dejado al azar, y prueba de el enorme trabajo de todo el equipo, son los vídeos que podemos ver en su web o en su canal de Vimeo (no os lo perdáis) y que nos dan una idea mucho más clara de todo el proceso.
Impresionante energía femenina Enkil! Muy cercano a lo onírico, me encantó. Gran abrazo amigo!!
Me alegro Gustavo. Gracias! Un abrazo!