Haris Nukem es un fotógrafo londinense cuyo trabajo se aleja de los típicos disparos de glamour para centrarse en una expresiva fotografía que glorifica estilos de vida alternativos. A él le gusta llamarlo “Tiger Syle”, tal vez debido a las vibraciones industriales animalistas con las que retrata a sus modelos. Hijo de inmigrantes, Nukem tubo una infancia atípica jugando a ser ninja con su hermano mayor y viendo películas de anime inapropiadamente violentas. “Mi comienzo en fotografía comenzó delante de la TV con mi tío Milo. Todos los días venía a mi apartamento. Nos sentábamos allí durante horas hablando de todo lo que nos inspiraba… de la música a la fotografía, a la moda o a la película”
Los retratos de Haris Nukem poseen una fuerza y una expresividad oscura y cautivadora. Sus modelos muestran una personalidad poderosa y vital, asomándose a la contracultura imperante para entrar a formar parte de un mundo alternativo que captura la amistad, el amor, la opulencia, el sexo o la celebración. Sus imágenes están cargadas de una viva emoción y de una naturaleza provocativa. Sus modelos son criaturas interesantes y maravillosamente erróneas que emiten vibraciones de mala fama sin esfuerzo. Las pecas, los tatuajes, las irónicas barbas, las modificaciones corporales o las penetrantes miradas, son capturadas con exquisito contraste y buen gusto.
Haris Nukem empatiza perfectamente con la gente que fotografía. Sus proyectos tienden a ser bastante colaborativos, lo cual hace de sus capturas una comunión perfecta entre fotógrafo y modelo. Sus retratos son íntimos sin ser intrusivos, lo que le permite comunicarse a un nivel creativo sin juicios y crear imágenes profundas sin envolverlas en palabras complejas. Las fotografías de Haris Nukem caminan entre la belleza, lo estético y lo antiestético. Sus imágenes reflejan una cotidianidad agresiva y situaciones menos probables de lo que acostumbramos a ver, pero eso las hace más ricas y atrayentes.
El erotismo campa sin complejos a lo largo de todo el trabajo de Nukem. Él fotografía tanto hombres como mujeres, pero sin duda los desnudos femeninos son los que captan mayor atención. Sus mujeres son poderosas y seguras de su propia sexualidad. Se muestran con naturalidad y sin intención, pero sobre todo cargadas de una personalidad propia y también algo agresiva que les confiere una belleza singular, como de reinas de la noche. Hay una gran naturalidad en sus retratos “La gente es más honesta cuando está desnuda” nos dice Haris, y es esa honestidad lo que hace que sus modelos sean dueñas de su propia imagen y nos brinden unas preciosas expresiones tanto físicas como espirituales.
Sin duda el trabajo de post-producción es una de las labores principales en la obra de Nunkem, que consigue darle a sus fotografías un aire personal y fácilmente reconocible. Combina el blanco y negro con colores oscuros, dando a sus imágenes un aire siniestro y underground que acompasa las poses y figuras de sus personajes. Captura increíbles expresiones tanto en primeros planos como de cuerpo entero y sus modelos cobran vida con fuerza contándonos historias que nos envuelven y nos seducen. Cada disparo es un pasaje literario lleno de poesía visual que nos permite adentrarnos en un mundo singular e inquietantemente hermoso.
Haris Nukem nos deja en su web una increíble y llamativa colección de fotografías divididas en series y diferentes proyectos. También podemos seguirlo tanto en Facebook como en Instagram (siempre limitados con su absurda censura), así como en Twitter o en su canal de Vimeo.
Las tomas fotográficas de Haris Nukem son bastante controversiales para muchos, pero tiene ese toque tan audaz, atrevido, artístico que va entre los desnudos y efectos de sombras en esos cuerpos tatuados, ya sea a color o en monocromo.
!Es una impresionante muestra!
Gracias Juan! 😉
Crudo es poco! Al límite, muy bueno Enkil, abrazo amigo!
Gracias Gustavo, un abrazo! 😉
Grandes instantáneas que dicen mucho de la libertad de expresión!
Felicidades!
Gracias Javier!
muy bueno, ese es el tipo de fotogrfía que mas me gusta ver. gracias por darnos tu talento. a buena hora