Lizette Abraham es una artista multidisciplinar que se mueve sobre todo entre la construcción fotográfica y la perfomance. Nacida en Mérida, Yucatán en 1982, ha vivido en San Luís de Potosí y ahora en México DF, donde ha desarrollado su nuevo y particular estilo estético de trabajo que hoy presentamos aquí. Lizette ya pasó por nuestras páginas en esta entrevista que le realizamos con motivo de su trabajo fotográfico en el 2010. Desde entonces su evolución ha sido constante, culminando una trilogía (del 2012 al 2014) con la que lleva su arte (más allá de la simple experiencia visual), hacia un escenario entre la crítica social y la denuncia, porque ella es mucho más que una artista, es una activista involucrada con los problemas de su México natal en particular, y del mundo que la rodea en general. Pocas veces el arte se implica socialmente de manera tan directa. Lizette utiliza todos los medios a su alcance para fusionar ambos conceptos y de esa forma concienciar dentro de lo posible al espectador sobre los problemas que, aunque a veces centrados en su entorno, no dejan de formar parte de una situación global que implica a todo el género humano.
Los Cómplices 2012. «Todos somos cómplices de la situación actual que vivimos en México, hablamos de esta brecha abismal entre la extrema pobreza y la extrema riqueza, también hablamos de los indocumentados, de esta infección que hay en la cárcel, y de todas estas problemáticas que a unos le son más indiferentes que a otros. Hemos creado en conjunto, un sistema con valores hipócritas e intereses aprovechados, y en su función, oprime, acosa, maltrata, viola y asesina a los seres humanos que no son del mismo bando. Resolvemos problemas levantando muros, oprimiendo libertades, aplaudiendo la crueldad.
Lizette Abraham
Creamos condiciones infrahumanas y hacemos nacer la muerte en vida. . La gente común se convierten en entes borrados, sin características individuales, envueltos en un manto impersonal, insensible y normalizado, ya no le encontramos sentido en ayudar desinteresadamente, o indignarnos por los atropellos hacia los derechos humanos. Somos todos cómplices en fortalecer los tejidos sociales de poder y sus leyes. Conspiramos con nuestra frágil voluntad y le permitimos poder. Pero somos cómplices también en transformar esta condición».
Lizette Abraham
Resilencias Contaminantes 2013. Los paisajes en esta serie ilustran un posible futuro, en el cual se construyen refugios como simples y cómodas soluciones a un problema descomunal. El entorno de los enmascarados es un ambiente adverso, donde su egoísmo se torna mordaz. Buscan separarse los demás, convencidos de su propia inocencia respecto al estado de las cosas. La completa impermeabilidad con relación al mundo es el sueño del futuro.
Lizette Abraham
Por mucho tiempo se ha hablado de las consecuencias de nuestros actos. Se apuntan a los corrosivos protagonistas de este planeta. Pero cuando ya está ahí, cuando son islas enteras de las cuales nadie toma responsabilidad, nos sujetamos a mascaras que apenas filtran la basura de las emisiones atroces. Ante esa abruma contaminante, construimos cubículos de plástico para aislarnos de nosotros mismos, para sobrevivir de nosotros mismos.
Lizette Abraham
Cuando el moderno gozador, ese gran espectador y consumidor, se convierte en observador de la grandeza de su propia decadencia, se asoma dentro de la oscura complejidad de su realidad posmoderna, alcanza a distinguir en su vacío un sentido de culpa y de responsabilidad, una leve señal de un sensible mensaje que contradice completamente su relación con el ecosistema. Y ante eso, no sabe si arrancarlo todo de raíz o simplemente gritar, sálvense quien pueda.
Lizette Abraham
Fuertes Silencios 2014. Imagen construida, sueño con insomnio, identidad desdibujada, técnica y cansancio, días pasan, imagen no queda, leyendo la realidad, me tapo y me agacho, me escondo y son ellos, los otros son lejanos, siguen respirando, en algún lado, sienten lo injusto, ¿como le hago? el imaginario, continúan debajo, la imagen, el hoyo, se guarda despacio, siguen respirando, puente construyo, lenta maquina, cajas, paisaje, barda construyo, reja, hoyo construyo, almohadas y telas, casa construyo con cajas, tren construyo con estructura, telas debajo de ellas, me escondo de nuevo, ellos soy yo, autorretrato, con sueños en recorrido, duro el espirito, vida agotada con poco camino, me zumba el oído, debajo estoy yo, huyendo de miseria, de distracción, me siento a editar, injusta suerte, ellos siguen, pero soy yo, desde mi computadora,imaginarios se asoman, construyo personajes, días pasan, disfruto cansancio, soledad, ellos se mueven, en mi monitor, realidad no cambia, ellos debajo, la indiferencia mata, hacer algo, click izquierdo, silencio agotador, construyo con cajas, telas, la barda…
Lizette Abraham
Lizette Abraham se sirve también de las palabras para expresar sus inquietudes. Si analizamos el contexto nos damos cuenta de que no solo habla de México, de que sus palabras son fácilmente aplicables a cualquier parte del mundo, haciéndonos reflexionar sobre la decadencia del poder y del propio sistema actual. Su trabajo de composición fotográfica sirve como expresión ante tales hechos, la creación artística se convierte en un vehículo que no solo nos muestra el problema, sino que lo aborda y denuncia directamente. Lizette experimenta con telas que quema, moja, rasga, arruga y luego monta para formar el decorado que será la base de sus fotografías que luego trabajará en su computadora hasta alcanzar el resultado deseado. Ese resultado es su mensaje al mundo, su forma de expresar sus inquietudes que terminan siendo las nuestras también.
Lizette Abraham construye mundos que no nos son tan lejanos, mundos que reflejan la lucha constante del artista que lleva dentro y la realidad, el primero dispuesto a crear y construir y la segunda empeñada en destruir y absorber nuestra energía vital. Hay mucho de lucha en la obra de Lizette, una lucha real contra un sistema que intenta convertir el ser humano en una máquina al servicio de unos poderes sin sentimientos ni conciencia, de un sistema sin alma. Ella utiliza sus armas como mejor sabe, la fotografía, las técnicas digitales, las perfomances, la creatividad en estado puro. Para mostrarnos todo esto se mueve con agilidad en la red, tanto en su web como en su página de Facebook o su blog personal, aparte de otros sitios por Internet que muestran su arte y se hacen eco de su lucha y su talento. El arte debería ser una herramienta con la poder reconstruir los valores perdidos, y también un arma con la que combatir la apatía en la que parece que estamos sumidos.
No conocía el trabajo de mi compatriota y me pareció sumamente interesante y diferente. Una manera especial de tratar a una sociedad que borra su individualidad y, como ella establece, cómplice de su propia desgracia. Muchas gracias, me encantó éste trabajo.
No es la primera vez que ponemos esta artista, es muy buena, ya en el post hacemos referencia a la entrevista que mantuvimos con ella.