Apollonia Saintclair – Ink Is My Blood

Apollonia Saintclair es una artista que a pesar de tener una presencia activa y constante en diferentes redes sociales como su Tumblr, que actualiza con regularidad y es el principal expositor de su trabajo, su página de Facebook (donde sufre continuas censuras), Béhance o Søciety6 donde se pueden comprar algunos de sus trabajos, la verdadera identidad de esta excelente ilustradora sigue siendo un misterio, algo que nos recuerda a otro de los grandes y misteriosos artistas, Bansky. Apollonia dice que privacidad es tanto una propuesta artística, como una necesidad práctica. Según ella es más interesante que su trabajo se evalúe de forma independiente «Estoy convencida de que mis dibujos son más importantes que yo. Si llegan al público, es debido a las emociones que llevan y no por cualquier información sobre el autor. El sexo en mi trabajo tiende a atraer a los admiradores que a menudo me confunden con mis diseños».

Apollonia Saintclair trabaja con tinta, tanto en su versión tradicional como en la digital con tableta gráfica. «Tinta es mi sangre» es su lema y su leitmovit. «Me encanta trabajar con tinta, principalmente en blanco y negro, porque el nivel de abstracción es automáticamente elevado. Aprender a dibujar es aprender a ver de una manera abstracta, aprender a reducir lo real a través de una lente cada vez más personal. La tinta me obliga a seguir este camino: de hecho estoy luchando con cada dibujo para simplificarlo. Y todavía estoy muy, muy lejos de la simplicidad a la que aspiro». Esa búsqueda de la simplicidad queda patente en sus ilustraciones con una gran técnica y un perfecto equilibrio entre el dibujo y el mensaje que consigue cautivar al espectador.

La temática en el trabajo de Apollonia Saintclair es claramente erótica. Su erotismo es elegante, divertido, provocativo y enormemente femenino. Las mujeres son las protagonistas absolutas y son ellas quien marcan el ritmo. Sus personajes femeninos tienen un papel activo, gozan y se estimulan entre ellas, y a veces dejan que el personaje masculino entre en su juego como un invitado al que se le permite formar parte ocasionalmente. Sus mujeres son hermosas, descaradas y seguras de su propia naturaleza, creando en cada ilustración una ventana en la que el espectador se asoma de forma vouyerística. Su proceso creativo se basa en una concepción onírica de como subliminar su erotismo latente a través de la expresión artística.

«Siempre diseño más o menos intensamente, pero nunca como una actividad esencial para mi. La creación es una forma peculiar de evocación, una especie de pensamiento mágico. Es la capacidad de hacer lo imposible real, de dar forma a un sueño. Evidentemente me afecta, y parece que tenga una gran necesidad de materializar esas fantasías que fluctúan en mi cabeza».

Apollonia Saintclair

«La mujer es omnipresente en la historia del arte, pero con demasiada frecuencia se ha limitado a la dualidad Piedad/Puta. El hecho de que una mujer pueda sentir deseo – o incluso de que tenga un alma – ha sido ignorado cuidadosamente. Sin desmerecer el deseo masculino, creo que las fantasías femeninas son eminentemente complejas y, por lo tanto, eminentemente interesantes de representar. Explorar la sexualidad es en última instancia, un viaje solitario, ya que es el cerebro la mayor zona erógena. Durante la evolución, la mujer ha desarrollado estrategias muy sofisticadas para lograr sus metas, y eso hace que el archipiélago se su deseo sea rico y extenso para explorar».

Apollonia Saintclair

El trabajo de Apollonia Saintclair tiene una clara connotación con los cómics. Sus ilustraciones son herederas directas de este medio, aunque ella construye más un universo de viñetas individuales que de historias completas. Sus influencias más directas como ella misma confiesa son Moebius y Milo Manara, a los que considera «Leonardo y Caravaggio en los cómics», pero también bebe de otros grandes dibujantes como Enki Bilal, Alex Varenne, Tanino Liberatore, Guido Crepax o François Schuiten, todos ellos de la escuela europea de dibujantes.

«Me encantan los cómics porque desde principio eran despreciados como un arte popular, menor y barato. Milo Manara dijo una vez que sus pin-ups se cuelgan en cabinas de guardarropa o en camiones y talleres, y era lo que le permitió estar cerca de la gente. Grandes maestros hicieron lo suficiente como para que los cómics fueran una forma de arte de pleno derecho». Pero sus influencias también se basan en otros ámbitos de la creación artística, las artes plásticas o la literatura, como Sade, Apollinaire, Henry Miller y Anaïs Nin.

Apollonia Saintclair

Como ya hemos indicado al principio, a pesar de su anonimato personal su actividad en las redes sociales e Internet es alto y activo. Sin embargo constantemente se topa con todo tipo de censuras en sitios que tienen a un puritanismo más propio de siglos pasados. Es el caso de Facebook cuyas políticas en este sentido carecen de lógica y resultan ser bastante hipócritas. Con todos los medios de los que se dispone en pleno siglo XXI, esta red social es incapaz de crear unos filtros adecuados y que distingan entre arte y pornografía, dando preferencia a un clima de denuncias con las que los envidiosos y extremistas se encuentran plenamente satisfechos. Apollonia ve a Europa como un continente más liberal que el resto del mundo, con una mayor apertura hacia la sexualidad y el erotismo. Sin embargo no cree que esto coincida con una actitud más abierta de la sociedad en general.

«El sexo está en la mente de todos. El mundo se divide en dos categorías: los que tienen una relación profunda, sana, alegre, variada y relajada con la sexualidad. Y los que tienen una relación patológica con ella. Ambas categorías son interesantes y por supuesto su recepción del arte erótico es muy diferente. Personalmente, la trivialización me parece tan insoportable como el puritanismo. El hecho de que mis dibujos puedan servir como fuente de inspiración para alguno de mis seguidores es un gran cumplido. Todos necesitamos el arte como un espejeara contemplar de forma más segura nuestros deseos. De hecho, irónicamente, mi dibujo más popular representa una escena de amor de pura pasión».

Apollonia Saintclair

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