Eric van Straaten es un artista holandés especializado en figuras en 3D que el modela y construye con una técnica tan peculiar como novedosa. Sus obras son reproducidos por una impresora 3D a partir de un modelo generado previamente por ordenador. En el proceso, que es conocido como «Additive Manufacturing» (Fabricción Aditiva), una impresora 3D crea un modelo capa a capa con una selectiva acumulación líquida o en polvo que posteriormente es limpiada (esculpida) hasta conseguir el resultado deseado. Si este polvo es un material parecido al yeso, el modelo puede ser impreso a color directamente.
La impresión en 3D de delicados y coloreados modelos se encuentra lejos de ser tan sencillo como pulsar un botón, por el contrario requiere grandes conocimientos técnicos, por lo que pocos artistas encontraremos especializados en este trabajo. Los modelos han de ser introducidos con unas coordenadas específicas y bien estudiadas para conseguir la impresión deseada. Si embargo, pocas técnicas consiguen un efecto tan hiperrealista como el modelamiento 3D. Es aquí donde escultura y tecnología se unen para dar paso a una nueva expresión artística con un increíble abanico de posibilidades futuras.
Las esculturas de Eric van Straaten están formadas por personajes androginios con un delicada carga erótica y acompañados la mayor parte de las veces por animales de todo tipo. Las muñecas de Eric poseen una encantadora candidez no exenta de cierto halo perturbador que atrae e inquieta al espectador, sumergiéndonos en un mundo surrealista que nos dejará fascinados. No pedreros la parte de su web «NEW» donde disfrutareis de varios vídeos en 360ª de lo que seguramente es una de sus exposiciones.
Los personajes de Eric van Straaten nos ofrecen también todo un referente de la cultura «pop» de nuestro tiempo. Referencias que se van perfilando a medida que apreciamos los detalles del conjunto. Aquí y allá esa simbología y referentes culturales van apareciendo para darles aún más ese aspecto hiper(sub)realistas. Modernos, dinámicos y muy descarados podrían ser adjetivos que identifican perfectamente esta galería de personajes. Diseño y psicodélia, mucho sentido del humor y cierta rebeldía contenida. Un mundo divertido y decadente, pero lleno de belleza.