Trevor Brown – Baby Art

©Trevor Brown – Alicekurai

Trevor Brown es un artista nacido en las afueras de Londres en 1959. Acudió a la escuela de arte y trabajó en estudios de diseño, en agencias de publicidad y como ilustrador independiente, hasta que en 1985 comienza a realizar sus propias ilustraciones que distribuirá de forma underground o via email en paquetes de 100 o de media docena. Sus primeros trabajos estaban inspirados en la novela de J.G. Ballard, “Crash” y en las revistas de “Bazooka Producciones”, una editorial francesa dedicada a temas contraculturales. Pero sin duda una parte importante de su vida y su arte se lo debe a la amistad y el trabajo con Romain Slocombe que favorecería el inicio de las pinturas con aerógrafo y las primeras exposiciones.

©Trevor Brown – Seppuku
©Trevor Brown – Impotent
©Trevor Brown
©Trevor Brown

En 1991, Brown comienza su interés por la animación y la gráfica japonesa. Contacta con Masami Akita, un ilustrador, músico, escritor, director etc… introduciendolo de lleno en las corrientes vanguardistas que llegaban de Oriente. Pronto, la música noise y la técnica japonesa afilan su estilo hasta que en 1993 realiza su primera exhibición fetichista con técnica aerográfica en el mítico club Torture Garden de Londres. La exposición sería muy criticada por los órganos oficiales londinenses,  y es entonces cuando cansado y frustrado de la represión del gobierno inglés decide trasladarse a Tokio donde empezará a publicar en diversas revistas y donde crea el denominado Baby Art, una extraña combinación de la inocencia de las muñecas con el sadomasoquismo y el fetichismo más diverso que ya le llevarán desde entonces a diversas publicaciones tanto en Japón como en el resto del mundo.

©Trevor Brown – The butcher
©Trevor Brown – Height adjustable collar
©Trevor Brown – Girl on toilet
©Trevor Brown – Bondage Bear

Trevor Brown llega a Tokio con la artista especialista en ositos de peluche Konomi Izumi (también conocida como Hippie Coco) con quien más tarde se casará. Una vez ya asentado en Japón inicia la publicación de libros de tirada muy limitada pero que pronto se convierten en objetos de culto. Su primer libro se llamó “Hear No, See No, Speak No”, tuvo una tirada de un millar de egemplares agotó a los seis meses de editado. También comienzan las grandes exposiciones en un país que le ha acogido con los brazos abiertos, y poco a poco reemplaza el aerógrafo por el óleo, dando una nueva dimensión a su trabajo, que no solo centra en la pintura, sino que se mueve en diferentes ámbitos que van de los juguetes a portadas de discos o pósters promocionales.

©Trevor Brown – Bloodsucker
©Trevor Brown – Infinity
©Trevor Brown – Asobimasho

La obra de Trevor Brown, polémica y provocadora, es una nueva invitación a reflexionar sobre las connotaciones del arte en la sociedad que vivimos. Sus pinturas son una mezcla de diferentes elementos de la escena fetichista y bondage, con la ternura e inocencia de las niñas que protagonizan sus cuadros. El resultado es todo lo bello o lo horrendo que el propio espectador quiera ver en ellas, algo que muchas veces va más unido a la perversa visión de quien lo juzga que a la perfecta ejecución de una mentalidad estética más amplia. Hay quien verá en la obra de Brown un canto a la perversión y hay quien entenderá esta como una exploración de la fragilidad humana, como una inmersión personal del espectador hacia los oscuros y profundos recovecos de nuestro subconsciente.

Author: enkil

13 thoughts on “Trevor Brown – Baby Art

  1. admito que la tematica de este trabajo me perturba bastante. Violencia,niños y sexualidad siempre ha sido un tema tabú, y creo que por más apertura de mente que posea cuando se muestra con tanta «libertad», me provoca rechazo. como para verlo una vez, y luego quizás hasta olvidarlos.

    1. Lo entiendo kv, y es licito que provoque ese rechazo en algunas personas, igual que es lícito que otras vean un poco más allá y encuentren otros significados que tal vez sean demasiado complejos para resumirlos en un comentario. Es curioso que este tipo de arte provoque más rechazo por ejemplo en la cultura occidental que en la oriental (donde trabaja el artista). Y eso que la cultura occidental está a diario llena de barbaridades que van más alla de la propia ficción aquí reflejada.

    1. Claro kv, y toda opinión este o no de acuerdo con el arte mostrado es respetable siempre que se haga desde una crítica constructiva. Gracias por tus comentarios 😉

  2. Yo prefiero que se exprese asi, como arte y no de forma real y aunque puede resultar impactante es una forma de arte que eso busca precisamente.

  3. Pues yo creo que el arte de Trevor también lleva implícito la denuncia hacia el abuso sexual infantil por un lado, y por otro querer visibilizar que la sexualidad también está presente en la infancia.

  4. Trevor Brown se diferencia de la turba de sus imitadores en que combina los tres elementos infancia, violencia y sexualidad en la proporción exacta para dar la impresión sádica que se propone. En la generación surrealista, Bellmer ya anticipaba estas fantasías, y en todas ellas el niño o adolescente adoptaba una actitud sumisa respecto al adulto. Los niños suelen ser crueles con los animalitos, y esa crueldad aquí se traslada a los muñecos. Vemos estas obras como fantasías inocuas, pero ¿diríamos lo mismo si el artista -u otro- se permitiera esas fantasías con muñecos que representaran judíos o negros?. Trevor desactiva la protesta al recurrir a muñecos.
    Felicito a Enkil por su blog.

  5. Trevor hace un trabajo excelente al tratar en el arte temas que la mayoría de la gente evita y rechaza, aunque sabemos que estos temas van mas allá del arte y son una realidad. Grande Trevor.

  6. ¿Realmente se están dando cuenta de cómo nos presenta a las pobrecitas niñas?. Este hombre es un perverso, sádico. Ahora se le llama «arte» a todas las porquerías que los «artistas» nos quieran presentar. Con todo el problema de pedofilia, robo y asesinato de niños, y satanismo, sería bueno investigarlo para ver si sus pinturas no van más allá. A lo mejor Trevor Brown es uno de estos delincuentes, y podemos meter a la cárcel a otro pedófilo, degenerado más.

  7. Para mi gente como esta tal Norma que en todas partes ven pedófilos, son los más peligrosos, son los que son capaces de acusar sin pruebas ni motivo a cualquier vecino porque ha mirado a una niña o se pasea por delante de un colegio, aunque eso sí, luego seguro que votan a todos los asesinos-políticos que campan a sus anchas con sus corrupciones a cuestas sin el menor pudor. Gente así, que ve tan nocivo el «arte» de algunos «artistas», son los que luego exculpan a curas pedófilos, o ignoran como las religiones y la moralidad de sus mandatarios pervierten a verdaderos inocentes con abusos que se ocultan con dinero y poder.
    Estamos hartos de tanta «moralidad» que no es sino un reflejo de la incultura y el catetismo que reina en nuestra sociedad. Lo peor de todo es que no hay forma de razonar inteligente y pausadamente sobre estos temas, debatirlos, ampliar los conocimientos. Gente así niegan todo diálogo porque lo que ellos (o su enferma mente) ven, es la verdad absoluta. No hay más.
    A lo mejor es que el mundo es todo de color de rosa y así hay que mostrarlo siempre…
    Pues no, el mundo no es de color de rosa, y no todo tiene el significado simple de mentes simples, pero de todas formas no entraremos en más debate, porque esta gente no sabe debatir, a causa de su ignorancia, y a causa de el lavado de cerebro que curas, políticos y medios de comunicación les han realizado.
    Gran trabajo el de Trevor Brown.

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