Antonio Santin – Calidad, Alma y Compromiso

Antonio Santin es un artista nacido en Madrid y con sede en Berlín. Su obra combina retratos y naturalezas muertas entre óleos y acrílicos de gran tamaño. Sus impresionantes pinturas están cargadas de calidad y sentimientos, con una belleza oscura y profunda que nos cautiva fácilmente. Y aunque el trabajo de Santin habla por si mismo, sus palabras nos dibujan también la esencia del Alma y nos permiten acercarnos a esa luz en medio de la oscuridad. «Es difícil tener la mirada limpia porque tenemos los ojos llenos de fantasmas, pero considero que no es tan trascendente el origen de las ideas sino el uso que les damos. Buscar la originalidad como prioridad es una forma de de huir hacia delante. Si uno permanece consciente y es honesto, finalmente su verdad es original, pero si jugamos a ver quién dice la última palabra, es normal acabar olvidando por qué ha empezado la conversación.» (Antonio Santin) 

enkil: La primera pregunta de forma directa: ¿Quién es Antonio Santin?
Antonio Santin: Una razón de ser entre días contados.

enkil: ¿Nos podrías contar cuando descubres tu pasión por el Arte y que te lleva a dedicarte a la pintura?
Antonio Santin: Todo es una cuestión de compromiso, el talento como la energía ni se crea ni se destruye, o bien se sublima o nos frustra, en realidad mucha gente lo tiene, pero tan importante como éste es apostar por él, y no un día, cada día. Yo tomé esta decisión más bien tarde y a contrapelo, pasé después por el desagradable proceso de la formación y posterior deformación académica y ahora digamos que me estoy dejando las alas largas. La pintura siempre fue entre otras disciplinas un ajedrez al que no perdía hasta que perdí, desde entonces estoy atrapado, una maravilla. Decía Bukowski que no hay tantos libros buenos y que, una vez leídos, si uno quiere más no queda otra que escribirlos.

enkil: ¿Qué es para Antonio Santin el Arte?
Antonio Santin: El arte es luchar contra el frío.

enkil: La mayor parte de tus pinturas se basan en retratos, algunos muy elaborados y otros y otros con acrílicos con goterones que parecen inacabados. ¿Qué quiere expresar Antonio Santin con ellos?
Antonio Santin: Nada, sobran las palabras. La pintura puede ser denominada así cuando logra canalizar una realidad o estado emocional que no está en su naturaleza. La conciencia plástica no se basa en las palabras, es otro sentido. Sé bien que mientras exista, aún atrofiada, esta sensibilidad se desarrolla. Una manera de evitar el esfuerzo que supone penetrar lo inexpresable es darle pienso a la razón, familiarizándonos o dejándonos convencer por una historia o anécdota que nos estimula y asociándola a la obra que nos la sugirió; entonces nos gusta, cómo nos gusta que nos guste lo que nos gusta…

Todos padecemos un cierto grado de síndrome de Estocolmo porque nuestra atención es continuamente secuestrada y violada. Por otro lado el tiempo es siempre una inversión, todos lo perdemos a disgusto, irrita admitirlo y no hacerlo es precisamente otra forma de secuestro. Por ello es fácil tomarle cariño a las cosas en las que hemos invertido tiempo y espíritu. Hay muchos atajos que nos alejan de una forma de emoción distinta, el lenguaje de la pintura es lento como lentos son sus dos caminos, la ida y la vuelta. El problema es que demasiadas veces lo que tratamos de desentrañar es el vacío, y éste, con su neutralidad, tiene la virtud de reflejar cualquier sentimiento que proyectemos en el, pero esto es al menos lo bueno del tedio que nos produce la nada; nos obliga a buscar en nuestro interior como evasión a la mediocridad que nos rodea.

enkil: La mayor parte de los pintores tienen tendencia a usar óleo o acrílicos, sin embargo en tus cuadros usas ambas técnicas indistintamente y con resultados muy parecidos. ¿Existe alguna razón para esto?
Antonio Santin: No exactamente, uso el acrílico por lo general en las primeras fases de una obra por motivos técnicos que justifican este medio en lugar del óleo. En comparación y considerando mi experiencia, el óleo posee una nobleza que no he encontrado en los acrílicos.

enkil: A pesar de esta predilección por los retratos tanto masculinos como femeninos, en tus trabajos más recientes añades cuerpos y telas, y las pinceladas son más minuciosas. ¿Significa esto un cambio en tus planteamientos a nivel creativo o expresivo o es un acercamiento al hiperrealismo?
Antonio Santin: La pintura es caprichosa, cierra la mano sobre tus virtudes y te arrastra a la cama, y hay que dejarse. No persigo la imitación de la realidad sino acaso su reconstrucción. No me incomodaría el término si entendemos el hiperrealismo como la tentativa de crear algo más real que lo real, siempre espero de la pintura algo más.

enkil: Vayamos ahora a una parte de tu obra que sin duda llama la atención; las naturalezas muertas. ¿Qué te lleva a crear estas pinturas?
Antonio Santin: Pintar es aprender a pintar, las ideas que no salen se nos pudren en la cabeza. Al darle la oportunidad a una nueva idea hay que tener la disciplina de llevarla hasta el final, sin obcecarse claro, la virtud no está necesariamente en tener siempre buenas ideas sino en saber descartar a tiempo las malas, pero por otro lado muchas veces ocurre que el brillo de la idea sólo luce al pulirla.

enkil: ¿Existe alguna relación entre tus retratos y tus naturalezas muertas?
Antonio Santin: Sé que son parte de lo mismo aunque no tengo muy claro por qué. Trabajo por series, y cada serie es una pieza de un puzzle extraño que soy yo mismo, tal vez vez dentro de unos años haya suficientes piezas para entrever el común denominador. Prefiero de todas formas no divagar demasiado entre significados y recuerdos, las poéticas a posteriori son muy traicioneras y las palabras pesan más que los pinceles.

enkil: Las cabezas de cerdo y la de vaca no miran de frente, casi siempre están vueltas, ¿Es por algo en especial?
Antonio Santin: Las naturalezas muertas son objetos, esculturas bidimensionales. Partiendo de la fotografía, acecho el objeto poniendo un especial énfasis en el estudio de la luz y su posición en el espacio. Después sigo rotando y recortando la imagen hasta que la alcanza el status caprichoso de composición sine qua non, entonces hay que ponerse a pintar.

enkil: Tu obra tiene grandes paralelismos con los pintores clásicos. ¿Qué es lo que te atrae de ellos y cómo han influido en tu trabajo? ¿Cuáles son tus favoritos?
Antonio Santin: Considero contemporáneos tanto a los artistas muertos como a los vivos o potenciales, mi diálogo es atemporal y fluye entre todos ellos. De momento propongo, observo y crezco. No hay mejor maestro ni piedra de toque que eso, ver y entender, nada más prescindible que tener a tu lado mientras el sol se pone a un personaje que te narra cómo el sol se pone.

Es difícil tener la mirada limpia porque tenemos los ojos llenos de fantasmas, pero considero que no es tan trascendente el origen de las ideas sino el uso que les damos. Buscar la originalidad como prioridad es una forma de de huir hacia delante. Si uno permanece consciente y es honesto, finalmente su verdad es original, pero si jugamos a ver quién dice la última palabra, es normal acabar olvidando por qué ha empezado la conversación. Creo que la pintura como disciplina ya se ha independizado de la inercia histérica de la novedad, a muy pocos le importa ya extender el récord de la pincelada inconcebible, o la muerte y resurrección de la pintura… yo pinto y otros tantos pintarán después. La pintura se ha ido liberado del peso del arte porque éste es ya sólo un término que se devora a si mismo en una apuesta infinita que sólo puede ganar la amnesia. Hoy, como ayer y mañana, lo único que se debería esperar de un cuadro, venga de donde venga, es que haga del mundo un lugar más deseable; calidad, alma y compromiso. El favorito de la semana es claramente Giacometti, es muy grande.

enkil: En tus pinturas también podemos apreciar cierta transgresión, tanto en tus naturalezas muertas como en muchos de tus retratos. ¿Es tu intención provocar al espectador para que entienda el mensaje o se trata de tu propio interior que expresa algún tipo de sentimiento oculto?
Antonio Santin: Yo soy, si realmente la hubiera, el destinatario prioritario de mi provocación. Lo que no me emociona o divierte se va a la basura. Hay días en que sólo deseo lo sutil y hay días en que lo único que me sacaría de la cama es una lluvia de sapos, entonces hay que pintar sapos.
Yo creo que lo bueno suele ser sencillo y su disfrute un tú a tú entre espíritu despiertos. Si pinto y me sorprendo o maravillo, y logro que con esta forma de aprender a conocerme se trasmita una parte de mi a un tercero, me quedo a gusto. Si no, mejor me dedico a otra cosa, de buenas intenciones está lleno el infierno. La buena pintura está viva y sigue por ello creciendo con el tiempo, lo más fácil es que la pintura nazca muerta o muera pronto. Al pintar estiro y disfruto una sensualidad huidiza, me devano los sesos en resolver un enigma plástico incomprensible; el resultado oscila entre un órdago a la razón, la derrota dulzona del aprendiz y breves instantes de una perfecta armonía. Hay oscuridad para todos, sólo hay que romper la superficie.

enkil: Si musicalizaras las imágenes, ¿Qué música seria?. En el proceso de creación ¿Qué escuchas?
Antonio Santin: La música que no conozco bien me desconcentra, acostumbro a insistir en lo mismo hasta que se quedan afónicos, no se trata de escuchar música sino de entrar en el flujo musical y sumar las energías. Estos días escucho sobre todo Interpol, Herman Düne y Extremoduro.

enkil: Una de las cosas que me ha gustado de tu web son las fotografías de tu estudio y de tus obras colgadas en diferentes escenarios. ¿Cuál es el método de trabajo de Antonio Santin?
Antonio Santin: Tantos escenarios como estudios. No necesito gran cosa para trabajar y hasta hace poco he trabajado donde he podido o me han dejado, desde grandes espacios a zulos, siempre hasta la claustrofobia. Independientemente del tamaño del estudio el caos está garantizado, lo bueno de los estudios pequeños es que disciplinan la mente.

enkil: Tu obra es una obra trabajada en lienzos de grandes dimensiones. ¿Hay algún motivo especial por el que elijas trabajar en grandes formatos?
Antonio Santin: Me gusta, harina para megalómanos…

enkil: ¿Qué piensas del Arte Contemporáneo actual y del uso de las nuevas tecnologías para nuevos estilos de Arte como el Arte Digital?
Antonio Santin: En realidad es indiferente el canal, cualquier hecho creativo que nos emocione es una bendición, del resto sólo espero que al menos no desentone con los sofás del mundo. Todo arte es una carrera de fondo con múltiples metas donde a veces las trampas o trucos te pueden facilitar el aplauso, pero no la gloria.

enkil: Tanto tu vida como tu trabajo se desarrollan entre Madrid y Berlin, siendo esta última ciudad donde has establecido tu residencia más reciente. ¿Qué diferencias encuentras entre una localización y otra a nivel personal?
Antonio Santin: Si expongo en Madrid ante todo me puedo dar el gusto de que mi familia vea mi trabajo, esto es importante.

enkil: Y artísticamente, ¿Crees que hay más posibilidades, para que tu trabajo sea reconocido, en el extranjero que a nivel nacional?
Antonio Santin: Suele pasar que un buen gol en el mundial da fe a quién no la tiene.

enkil: Hablemos un poco de tus esculturas. ¿Cómo es el trabajo de escultor de Antonio Santin? ¿Qué tipo de materiales usas y que expresan o representan?
Antonio Santin: Ya se sabe que quien mucho abarca poco aprieta. Ahora mismo soy un escultor que no hace escultura, de algún modo la pintura es un reto que no deja de aumentar en complejidad a medida que lo voy manchando todo. Lo que hubo sobrevive en mi pintura como una tercera dimensión castrada, existe por su carencia, como un miembro fantasma. Tengo fe en la interdisciplinariedad, es refrescante, creo que nunca seré totalmente un pintor sino un escultor que pinta, no es un drama sino una evolución, todo podría ser infinitamente peor.

enkil: ¿Cuales son tus planes de futuro?
Antonio Santin: Inventarlo a medida que se acerque y seguir trabajando para que no se aleje.