Ken Kelly nació en Nueva Inglaterra, USA, y prácticamente vino con un lápiz en la mano ya que a los dos años ya hacía sus primeros dibujos extendiendo sus habilidades desde trozos de papel a las paredes del comedor de su casa. A la edad de nueve años su profesora de arte Mrs. Valerious le proporciona la dirección necesaria para su introducción en el mundo del arte y en 1968 contacta con el estudio de Frak Frazetta y continúa con este sus estudios potenciando su afición al género de la fantasía.
Kelly comienza a trabajar en este campo en numerosas revistas y portadas de libros, y es uno de los que ilustraron las portadas de las épicas aventuras de Robert E. Howard y su Conan el Bárbaro, aventuras de las que uno siempre ha sido un devoto seguidor y admirador. Trabaja con pluma, tinta, dibujo y pintura, siendo estas últimas de un tamaño relativamente grandes. Mundos de fantasía y brujería, de grandes batallas, de chicas hermosas y guerreros fornidos combatiendo contra demonios y ejércitos malignos.
Pero su obra no termina aquí, Kelly ha trabajado para casi todos los fabricantes de juguetes y portadas de discos, entre los que destacan dos pinturas para el grupo Kiss que fueron premiados con dos discos de oro.
El clasicismo fantástico, siempre será una enorme referencia.
guau, me quedo con la quinta, y con la sexta, y con la… bueno casi que me quedo con todas!
Es que los clásicos no se pueden olvidar, siempre marcan un antes. A mi particularmente la historias de espadas y brujería aún me siguen fascinando.